lunes, 6 de junio de 2011

Entre tacones

"Lo siento, pero necesito mi espacio. Los sábados son para mi y mis amigos. No puedes esperar que de la noche a la mañana corte el contacto con mis amigas. A ellas las conocí cuando estaba soltero y me han ayudado mucho en estos meses. Sabes que si me das a elegir tendré que rechazarte porque ellas no me ponen entre la espalda y la pared…" Ante un razonamiento tan aparentemente cabal y justo ¿que mujer no se auto-culparía y se tacharía de celosa compulsiva?

Pues bien, en cierto modo al chico no le falta razón. Y más que razón, es que este hombre está dando su opinión. Por eso, una no debe ni montar un número donde toda nuestra ira vaya dirigida hacia él, ni al revés. Tampoco debemos auto flagelarnos. Esta claro que a él le hemos escuchado, pero también tenemos que oírnos a nosotras mismas. El razonar y obligarse a una misma a ser sensata puede estar muy bien, pero no por ello debemos actuar en contra de aquello que nos daña. Conócete bien y no anestesies tu corazón. Si algo no te gusta dilo. Y sobre todo no te obligues a aceptarlo.

Primero, con ese lo siento inicial ya está presuponiendo que lo que va a decir te va a doler (¿Cuándo quieres a alguien no te importa dañarle?). Segundo, todos los verbos en primera persona hablan de deseos y necesidades, los verbos en segunda persona si te fijas son un poco recriminatorios. En todo momento te esta considerando una celosa o posesiva. Y por último, te recomienda no darle a elegir, ¿quien pone a quien entre la espada y la pared?

Por lo general, cuando tanto un hombre como una mujer están enamorados eso de la lógica no tiene mucho hueco en su cerebro repleto de nubecitas, por lo que no es muy normal que no quiera estar a todas horas contigo ni que quiera apartarte de su entorno. Esta muy bien hacerse la dura y la liberal si desde el principio aceptas que esta historia tiene los días contados.

Pero si eres de las que se enamora, encapricha o piensa en el futuro y valora su paz interior no deberías andar con juegos y afrontar la realidad. De hecho, si valoraras más tú tiempo y te fiaras más de tu instinto comprenderías fácilmente que eso no es lo que tú quieres. No pienses ni por un instante que todos los hombres son así, porque no es cierto. Ni que hoy en día las personas piensan así, porque tampoco es cierto.

Plantéate por un momento que este chico dijera lo mismo en una entrevista de trabajo. ¿Crees que la supuesta empresa le abriría sus puertas de par en par y agradecería a Dios el haberlo encontrado? Por suerte o por desgracia existen las normas y vayas donde vayas todo lugar tiene las suyas.

Caso distinto sería si tu de verdad fuera como este hombre o que te encontraras en un momento de tu vida en que necesitaras tu también tu tiempo y te negaras a sacar de tu vida a esos amigos que conociste el fin de semana anterior. Si éste fuera tu caso habrías encontrado lo que buscabas y no te interesaría lo más mínimo lo que en este artículo se cuenta.

Si eres de las que un sudor frío les recorre la espalda cuando el chico que les gusta habla de amigas o de sábados de desfase, no te cortes y posiciónate tú también respondiendo: Lo siento, pero no eres lo que busco.

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